domingo, 21 de noviembre de 2010

Epitafio de una perra de caza


La Galia me vio nacer, la Conca me dio el nombre de su fecundo manantial, nombre que yo merecía por mi belleza. Sabía correr, sin ningún temor, a través de los más espesos bosques, y perseguir por las colinas al erizado jabalí. Nunca las sólidas ataduras cautivaron mi libertad; nunca mi cuerpo, blanco como la nieve, fue marcado por la huella de los golpes. Descansaba cómodamente en el regazo de mi dueño o de mi dueña y mi cuerpo fatigado dormía en un lecho que me habían preparado amorosamente. Aunque sin el don de la palabra, sabía hacerme comprender mejor que ningún otro de mis semejantes; y, sin embargo, ninguna persona temió mis ladridos. ¡Madre desdichada! La muerte me alcanzó al dar a luz a mis hijos. Y, ahora, un estrecho mármol cubre la tierra donde yo descanso.

Petronio
Cayo o Tito Petronio Árbitro fue un escritor y político romano, nacido en algún momento entre el 14 y el 27 d. C. y muerto hacia el año 65. Se lo recuerda por ser autor del Satiricón, donde narra las andanzas de dos libertinos, siendo el primer ejemplo de literatura picaresca europea, modelo para los siglos posteriores.

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