De tanto en tanto viene bien abrir las persianas, sacudir las alfombras, quitar las telarañas de las esquinas y cambiarle el color a las paredes. Una limpieza a fondo, que renueve el ambiente, sin perder la esencia.
Desperezar las estructuras, despabilar las ideas en pos de seguir adelante en este viaje por universos caprichosos, que refractan y reflejan otros mundos hasta el infinito.
Al bar de Tlön regresan las historias, los borrachos y las muchachas de vida ligera para acosar con sus letanías a los artistas invitados. Esperamos estar a la altura de la circunstancia y atender con diligencia y prestancia a toda la concurrencia.
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