martes, 29 de septiembre de 2009

Teatro contemporáneo


Pigmalión (1916) – George Bernard Shaw
¿Quién no ha conoce a la adorable Eliza Doolittle, la florista inculta a quien Higgins quiere convertir en una dama a causa de una apuesta? Es Audrey Hepburn, en My Fair Lady, con Rex Harrison como Higgins, bajo las órdenes de George Cukor.

Seis personajes en busca de autor (1925) – Luigi Pirandello
"Criaturas de mi espíritu, las seis ya vivían una vida que era suya y ajena a mí, una vida que yo no podía seguir negándoles".
Teatro dentro del teatro, estos personajes pugnan por cobrar vida y contar sus historias, sin un texto que los acote.
Otras obras: El difunto Matías Pascal

Madre coraje y sus hijos (1933) – Bertolt Brecht
"No dejaré que me hablen mal de la guerra. Dicen que destruye a los débiles, pero ésos revientan también en la paz. Lo único que pasa es que la guerra alimenta mejor a sus hijos".
Tremendo alegato antibélico que advierte que no se puede dejar de tomar partido, porque terminarán golpeando tu puerta.
Otras obras: El círculo de tiza caucasiano, Galileo

La casa de Bernarda Alba (1936) – Federico García Lorca
La intolerancia es el tema dramático escogido por el poeta de Fuentevaqueros, para ponerlo en la piel de esta viuda despótica y chupacirios, empeñada en arruinarle la vida a sus cinco hijas. Estrenada en Buenos Aires en 1945 con el protagónico de Margarita Xirgu.
Otras obras: Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera.

Viaje de un largo día hacia la noche (1941) – Eugene O’Neill
Obra autobiográfica que narra los sucesos de un día de 1912, centrándose en la crítica hacia la figura del padre, culpable de toda la desdicha familiar. Película de Sidney Lumet, con Katharine Hepburn y Jason Robards.
Otras obras: El emperador Jones, Extraño interludio

Las criadas (1947) – Jean Genet
Dos hermanas, empleadas domésticas, que se rebelan y matan a su señora, luego de acumular la rabia suficiente como para atravesar el límite de la cordura. Estupenda versión filmíca, con Glenda Jackson y Susannah York, dirigidas por Christopher Miles.

Un tranvía llamado deseo (1947) – Tennesse Williams
El dramaturgo que ha compuesto los mejores personajes femeninos de este siglo crea a esta patética y querible Blanche DuBois que se cruzará en la vida del basto Stanley Kowalski para desatar un drama de amor. Elia Kazan reunió en la pantalla a Vivien Leigh y Marlon Brando para protagonizar esta pareja caliente y trágica.
Otras obras: La gata sobre el tejado de zinc caliente, El zoo de cristal, De repente el último verano, Dulce pájaro de juventud, Verano y humo.

La muerte de un viajante (1949) – Arthur Miller
Es la muerte del sueño americano y este vendedor fracasado su homicida. Willy Loman es, quizás, el personaje trágico más representativo de la segunda mitad del siglo XX: el hombre decepcionado. En cine lo encarnó Dustin Hoffman, con dirección de Volker Schlondörff
Otras obras: Las brujas de Salem, Panorama desde el puente

Final de partida (1957) – Samuel Beckett
Un juego de ajedrez, donde quedan pocas fichas para mover y aunque la derrota es inevitable, el protagonista se niega a aceptarla. Un ambiente opresivo, un mundo muerto y estático, sin tiempo.
Otras obras: Esperando a Godot

Sopa de pollo con cebada (1958) – Arnold Wesker
Una madre socialista, un marido que no corta ni pincha y dos hijos que observan la infelicidad de sus padres y buscan su propio camino. Un drama de clase media, que tras su simpleza desarrolla la problemática social e individual contemporánea.

El rinoceronte (1959) – Eugene Ionesco
¿Qué tal si un día cualquiera todos nuestros conocidos se transformaran en rinocerontes y quedáramos sólo nosotros para resistir a la uniformidad? Ionesco emprende contra el conformismo y contra esa pseudoigualdad que proponen los regímenes fascistas. Hay una buena adaptación al cine, protagonizada por Gene Wilder y dirigida por Tom O'Horgan.
Otras obras: La cantante calva, El rey se muere

¿Quién le teme a Virginia Woolf? (1962) – Edward Albee
Un matrimonio que se odia a muerte y meten a terceros en ese juego cruel que tan bien saben jugar. Impresionante apuesta fílmica de Mike Nichols con Elizabeth Taylor y Richard Burton, casi en tono autorreferencial.

Perdidos en Yonkers (1991) – Neil Simon
Ambientada en la década del 30, la obra cuenta la historia de dos hermanos que son enviados por su padre a la casa de su severa abuela para que los eduque. En cine, la dirigió Martha Coolidge, con Richard Dreyfuss como protagonista.
Otras obras: Extraña pareja, Están tocando nuestra canción, Sweet Charity, La chica del adiós

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