martes, 29 de marzo de 2011

De repente, el último verano (1958)


Esta es, quizás, la más revulsiva de las obras de Tennessee Williams, porque introduce temas que provocan polémica; el canibalismo, la locura y los experimentos médicos. La historia cuenta el drama de Catherine Holly (interpretada por Elizabeh Taylor en el film), una muchacha que es internada en un hospital psiquiátrico, por intervención de su desalmada tía, Violet Venable (Katharine Hepburn). Allí trabaja el doctor Cukrowicz (Montgomery Clift), un neurocirujano especializado en lobotomías. La tía ofrece una gran cantidad de dinero para que el médico realice esta práctica sobre su sobrina, apoyada por la codiciosa madre de la pobre chica y por el director del hospital, que ve la oportunidad de mejorar sus finanzas.

Sin embargo, Cukrowicz se opone, porque cree que Catherine no está loca, sino perturbada por sus miedos. De sus diálogos, nos enteramos que el primo de la joven (a quien veladamente se lo describe como homosexual), hijo de la perversa Violet, fue devorado por unos muchachos y que el verdadero motivo que la impulsa para lobotomizar a su sobrina es tapar esta espantosa verdad.

La película sufrió el recorte de la censura, por lo que hay que adivinar las piezas que faltan. Así y todo, es un gran film, duro, innovador y osado, con la factura del maestro Joseph Leo Mankiewicz, quien trabajó sobre el guión del propio autor y de Gore Vidal (http://www.full-backup.com/de-repente-el-ultimo-verano-dvd/)

1 comentario:

  1. Sorprende la temática del filme para los tiempos en que fue filmada. Grande Hepburn y Taylor.

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