miércoles, 11 de noviembre de 2009

El demiurgo de Providence


Tendría yo 13 o 14 años cuando un amigo de la familia me facilitó El color que cayó del cielo. Para entonces ya había leído las obras completas de Poe (regalo de cumpleaños de mi mamá), Drácula, Carmilla, Jekyll y Hyde y todo lo terrorifico que estuviera a mi alcance. Nada comparable con la primera impresión que me causó este relato de Howard Phillips Lovecraft. Una semana durmiendo con la luz prendida, de mirar desconfiada sumideros y alcantarillas, de tomarle idea a la gelatina (porque había determinado en mi imaginación que los Primitivos eran como la gelatina de manzana, aunque pestilentes) Un terror básico a lo innominado, similar al clima que se respiraba por entonces en las calles de Buenos Aires.

Escritor considerado menor por algunos académicos, Lovecraft reúne dos méritos incontrastables: el primero es haber creado una cosmología completa, tan verosímil que muchos lectores han creído firmemente en la existencia de su libro mítico, el Necronomicón. El segundo es haber apelado al miedo sutil por lo invisible: es un simbolista. Un tercer mérito póstumo es haber influenciado a los escritores del género que lo sucedieron, inspirado películas, comics, videojuegos, etc.

Lovecraft apela a terrores atávicos, a la existencia de un conocimiento oculto y prohibido para las masas, a la influencia de alienígenas en el origen de la humanidad, a la imposibilidad de escapar del destino. Para ser justos, hay que reconocerle un contenido racista y misógino: los "malos" siempre son mestizos, oscuros, y las pocas mujeres que aparecen son perversas.

Había nacido en Providence, Rhode Island, en 1890 y fue un niño prodigio. Ateo, amante de la ciencia, tuvo una educación variada e informal. Era hosco y solitario, aunque muy unido a su madre, que muchos la consideran la causante del comportamiento extravagante del escritor. Luego de su muerte, tuvo una boda que concluyó en divorcio, con una estadia en Nueva York y el posterior regreso a Providence, donde permaneció hasta su muerte, en 1937.

A pesar de que era reconocido por sus pares, algunos de los cuales formaron lo que se conocería como "el círculo Lovecraft", que colaboraría con el ciclo de los relatos de Cthulhu, fue prácticamente desconocido por el público en vida. Publicaba mucho, pero en medios de escasa repercusión. Esto y las dificultades económicas acentuaron su carácter hostil y su racismo.

Fue el cine el gran promotor de la obra de Lovecraft, que a partir de la década del 60despertó los viejos terrores de Nueva Inglaterra, dormidos en las entrañas de la tierra, a la espera de su hora de gloria.

El color que cayó del cielo:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/lovecraf/color.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario