jueves, 12 de noviembre de 2009

El tanatólogo


Nuevamente convocamos al genio de Boston para que engalane estas páginas. Ya hemos dicho casi todo acerca de su vida, por lo que no caeremos en el pecado de la redundancia.

La mejor clasificación de los relatos de Edgar Allan Poe la ha hecho Julio Cortázar. Así, en su estupenda traducción los ha agrupado por temas: cuentos de terror, sobrenaturales, metafísicos, analíticos, de anticipación y retrospección, de paisaje, y grotescos y satíricos.

Nos centraremos en los cuentos de terror, entre los que citaremos El tonel de amontillado, El pozo y el péndulo, La caída de la casa Usher, Ligeia, La verdad sobre el caso del señor Valdemar, El entierro prematuro. Poe adoptó este género para complacer al público de la época.

Inmediatamente, la crítica lo acusó de dejarse llevar por la moda de la fantasía alemana (especialmente, E.T.A. Hoffmann). Poe les respondió en el prólogo a su libro Cuentos de lo grotesco y arabesco: "Si muchas de mis producciones han tenido como tesis el terror, sostengo que ese terror no viene de Alemania, sino del alma; que he deducido este terror tan sólo de sus fuentes legítimas, y que lo he llevado tan sólo a sus resultados legítimos."

Porque el tema central del horror poetiano es el humano y primitivo miedo a la muerte, ese sentimiento trágico de la vida que nos ha hecho crear dioses y vidas eternas.

El tonel de amontillado:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/poe/tonel.htm

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