miércoles, 11 de noviembre de 2009

El gringo viejo


Algunos recordarán a un veterano Gregory Peck transitando por las tierras de Pancho Villa, en un film dirigido por nuestro coterráneo Luis Puenzo, sobre textos del mexicano Carlos Fuentes. Era Ambrose Bierce, soldado, periodista y escritor estadounidense del que se sabe nació en Ohio, en 1842 y del que se desconoce la fecha de su muerte (estimada alrededor de 1914) acontecida, se supone, en los alrededores de Chihuahua.

Un tipo raro este Bierce. Voluntario en la guerra de Secesión, alcanzó el grado de teniente y varias heridas de guerra. Tras su licencia, se dedicó al periodismo en varios medios de San Francisco. Luego, viajó a Londres, para regresar y establecerse en la ciudad californiana, a las órdenes de William Randolph Hearst, el magnate de la prensa amarilla. Y aunque despreciaba a Hearst, contribuyó notablemente al crecimiento de su imperio.

Ya en Londres había comenzado a escribir relatos que se caracterizaban por el uso de la ironía. Era, básicamente, un misántropo, desencantado de la bondad de hombres y mujeres. Se lo consideraba el heredero legítimo de Poe, Hawthorne y Melville, aunque lo distinguía de ellos el recurso del humor macabro.

Un buen día, ya septuagenario, muchos años después de un divorcio por sospechas de infidelidad y de la muerte de sus tres hijos, cruzó la frontera y se perdió para siempre entre las huestes revolucionarias mexicanas.

El horror de Pierce es una sensación física, nacida de la creación de una atmósfera opresiva e intimidatoria, cuya mejor expresión se cristaliza en El diccionario del diablo. Asimismo son sombríos sus relatos de la guerra, reunidos en Cuentos de soldados y civiles.

Un habitante de Carcosa:
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/ing/bierce/habitan.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario